lunes, 7 de noviembre de 2011

Evolucion

Creación del planeta tierra

jueves, 3 de noviembre de 2011

Miguel angel y la interpretacion de sus pinturas


SHEILA GRANDÍO
16 de junio de 2005
Quinientos años después de ser pintado, el techo de la Capilla Sixtina sigue dando que hablar. Según apunta un reciente estudio, Miguel Ángel no sólo habría plasmado pictóricamente historias de la Biblia, sino que también habría dejado constancia de sus amplios conocimientos de anatomía.

A fines de la Edad Media, la Iglesia empezó a ser menos rigurosa con la prohibición de las autopsias –hasta entonces se entendía que el cuerpo encerraba el alma, y que por ello era intocable. El deseo por saber cómo era el hombre por dentro impulsó los estudios anatómicos, que se volvieron muy importantes a la altura del Renacimiento.

Miguel Ángel Buonarroti –como Leonardo da Vinci y otros contemporáneos suyos- tampoco escapó de la tentación de estudiar el cuerpo humano. Según Gilson Barreto y Marcelo de Oliveira, dos médicos brasileños, fue tanta la afición del florentino que incluso dejó su legado anatómico en 34 de los 38 paneles del techo de la Capilla Sixtina.


La túnica que es un pulmón
Estos investigadores sostienen que los órganos están escondidos entre las pinturas y, aunque aparentemente son otros objetos, Miguel Ángel dejó claves para ayudar a la gente a identificarlos.

Por ejemplo, los médicos se fijan en “La creación de Eva”. Según su teoría, los troncos de los árboles son en realidad bronquios y la túnica púrpura de Dios coincide con la forma de los pulmones humanos. Un poco de teología y otro de medicina y los investigadores dan su veredicto: Miguel ángel quería representar el “aliento de vida” de Dios sobre los hombres.

Otra interpretación. En una escena aparece una bolsita verde con un borde rojo y un colgante blanco. Nadie dice que no sea una bolsa, sostienen, pero tampoco se puede negar que ese es el esquema del corazón humano, el diafragma y la aorta.

“¿Por qué no se había visto antes todo esto?”, se pregunta Barreto. “Porque muy pocas personas tienen un conocimiento tan profundo de la anatomía. Yo lo tengo simplemente porque es mi profesión”.
Medicina, arte y teología

Es bastante novedoso, sí, pero lo cierto es que Barreto y Oliveira no son los primeros médicos que ven órganos humanos entre las figuras de la Capilla Sixtina. Hace 15 años, el norteamericano Frank Meshberger afirmó que la nube que rodea a Dios en la “Creación de Adán” se parecía mucho a una sección del cerebro.

La “Creación de Adán” podría esconder una sección de cerebro humano.


Según este doctor, Miguel Ángel habría querido mostrar que Dios no sólo le dio la vida al hombre, sino la inteligencia para ser superior al resto de los seres vivos.

En el año 2000, otro médico –esta vez de la rama de la oncología- también resaltó los conocimientos en materia clínica del escultor renacentista. Fue el doctor James J. Stark, que detectó tres anomalías cancerígenas en el pecho de la estatua “La noche”.

Ciertos o no, lo único que parece claro es que estos nuevos descubrimientos en los frescos de Miguel Ángel alimentan las leyendas y teorías que desde hace 500 años envuelven a los techos de la Capilla Sixtina y a su enigmático e ingenioso autor.